El presente texto se desarrolla en tres títulos estructurados cada uno en binomios conceptuales que entendemos constitutivos de la tarea de profundización del legado de la Reforma Universitaria de 1918 requerida y propuesta: un primer título con el desarrollo de los conceptos de Autonomía y Cogobierno en tanto ejes de sustento del principio de democratización del conocimiento; un título siguiente de identificación y denuncia del modelo de universidad neoliberal impuesto en la década de los años noventa y vigente en la concepción de educación como gasto que debe recortarse en la actual gestión del Gobierno Nacional; y un tercer título en que se abren las líneas argumentales hacia la profundización del concepto de "función social de la universidad" y de "derecho a la educación superior". ; Número extraordinario: Centenario de la Reforma Universitaria: 1918-2018. ; Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Nuestro trabajo se dispara en la confluencia extravagante de un Borges ensayista y provocador con un Foucault provocador y ensayista, para derivar hacia una concepción del Proceso Judicial como relato, que aporta de modo instituyente a la construcción del discurso jurídico en nuestras sociedades de capitalismo desordenado —en categoría de Offe (1990, 2009)— con el fin explícito, de quien suscribe, de ensayar alguna línea crítica a ese objeto de estudio llamado Derecho.Proceso Judicial como confrontaciones discursivas que se acumulan y superponen construyendo una urdiembre de relatos intrincada y densa, no siempre pertinente y mayoritariamente superflua, que transita por los carriles de "lo verosímil" casi como una burla al "principio de verdad" que el sistema de justicia se arroga. Proceso Judicial como "discurso clandestino", como discurso del orden. Discurso del poder, discurso del "como si". O "definir un crimen como si fuera una mariposa y viceversa".
In the current academic debate in our faculties of law, the promotion of research is a central axis which enjoys widespread institutional consensus. The academic tradition that characterised the model of teaching law in university closures in our country throughout its history has consolidated research as an indispensable activity inherent in these higher education institutions, whose fundamental mission is '. the promotion of scientific research.' Faculty of Legal and Social Sciences ; En el actual debate académico en nuestras facultades de Derecho, la promoción de la investigación constituye un eje central que goza de generalizado consenso institucional. La tradición académica que caracterizó el modelo de enseñanza del derecho en los claustros universitarios de nuestro país a lo largo de su historia ha consolidado a la investigación como actividad indispensable e inherente a estas instituciones de educación superior, que tienen como misión fundamental ".la promoción de la investigación científica." Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
En el actual debate académico de nuestras Facultades de Derecho, la promoción de la investigación científica constituye un eje central que goza de generalizado consenso institucional. Esta concordancia discursiva no es incluso nueva. Se fue nutriendo de la propia tradición académica que instaura la Reforma de 1918, cuando entre sus postulados, plantea la necesidad de transformar nuestra Universidad en un centro de investigación científica, a la par de un ámbito de formación profesional. Fue reforzado por la dirigencia universitaria de mediados del siglo xx, al esperar que todo profesor fuese al mismo tiempo, docente e investigador, maestro e innovador, guardián, en suma, del espíritu científico de los claustros. Hoy se esgrime lo mismo en los textos normativos referidos a la Educación SuperiEn el actual debate académico de nuestras Facultades de Derecho, la promoción de la investigación científica constituye un eje central que goza de generalizado consenso institucional. Esta concordancia discursiva no es incluso nueva. Se fue nutriendo de la propia tradición académica que instaura la Reforma de 1918, cuando entre sus postulados, plantea la necesidad de transformar nuestra Universidad en un centro de investigación científica, a la par de un ámbito de formación profesional. Fue reforzado por la dirigencia universitaria de mediados del siglo xx, al esperar que todo profesor fuese al mismo tiempo, docente e investigador, maestro e innovador, guardián, en suma, del espíritu científico de los claustros. Hoy se esgrime lo mismo en los textos normativos referidos a la Educación Superior, en el Programa de Incentivos, o bien, en los informes y documentos que elaboran los organismos encargados de dirigir y efectuar su cumplimiento. Una mirada más detenida de las prácticas en torno a la formación de investigadores en el campo jurídico, nos alerta sobre la distancia que todavía existe entre ellas. Pero también lo hacen los alumnos, cada vez que expresan que la investigación es una tarea distinta de la educativa y, en el mejor de los casos, apenas un complemento de la misma. Este trabajo intenta iniciar una línea de reflexión crítica sobre esta disociación, a fin de provocar una apertura interpretativa que posibilite la constitución de una forma de Escuela, donde sus bordes y sus saberes vuelven a interrogarse cada vez. or, en el Programa de Incentivos, o bien, en los informes y documentos que elaboran los organismos encargados de dirigir y efectuar su cumplimiento. Una mirada más detenida de las prácticas en torno a la formación de investigadores en el campo jurídico, nos alerta sobre la distancia que todavía existe entre ellas. Pero también lo hacen los alumnos, cada vez que expresan que la investigación es una tarea distinta de la educativa y, en el mejor de los casos, apenas un complemento de la misma. Este trabajo intenta iniciar una línea de reflexión crítica sobre esta disociación, a fin de provocar una apertura interpretativa que posibilite la constitución de una forma de Escuela, donde sus bordes y sus saberes vuelven a interrogarse cada vez. ; In the current academic debate of our Law Schools, the promotion of scientific research becomes an essential factor, which enjoys widespread institutional consensus. This agreement is not even new. It has been nourished by the academic tradition since the 1918 Reform was established, when it postulated the need to transform our University into a center of scientific research, alongside a professional training field. It was reinforced by the mid-twentieth century university leadership, expecting threat every teacher was at the same time, teacher, researcher, master, innovator and guardian, in short, the scientific spirit of the cloisters. Today wields the same in the legislative texts relating to Higher Education, in the Incentive Programs, or in the reports and documents produced by agencies that manage and provide for their execution. A deeper analysis of practices about research training in the legal field, alerts us of the distance that still exists between them. But so do the students, increasingly expressing that research is a different task from the educational, and in the best case, only a complement of it. This work attempts to start a line of critical reflection on this dissociation, to cause interpretative openness that may enable the creation of a new School, where their knowledge and practices come back to question themselves each time. ; Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
En el actual debate académico de nuestras Facultades de Derecho, la promoción de la investigación científica constituye un eje central que goza de generalizado consenso institucional. Esta concordancia discursiva no es incluso nueva. Se fue nutriendo de la propia tradición académica que instaura la Reforma de 1918, cuando entre sus postulados, plantea la necesidad de transformar nuestra Universidad en un centro de investigación científica, a la par de un ámbito de formación profesional. Fue reforzado por la dirigencia universitaria de mediados del siglo xx, al esperar que todo profesor fuese al mismo tiempo, docente e investigador, maestro e innovador, guardián, en suma, del espíritu científico de los claustros. Hoy se esgrime lo mismo en los textos normativos referidos a la Educación SuperiEn el actual debate académico de nuestras Facultades de Derecho, la promoción de la investigación científica constituye un eje central que goza de generalizado consenso institucional. Esta concordancia discursiva no es incluso nueva. Se fue nutriendo de la propia tradición académica que instaura la Reforma de 1918, cuando entre sus postulados, plantea la necesidad de transformar nuestra Universidad en un centro de investigación científica, a la par de un ámbito de formación profesional. Fue reforzado por la dirigencia universitaria de mediados del siglo xx, al esperar que todo profesor fuese al mismo tiempo, docente e investigador, maestro e innovador, guardián, en suma, del espíritu científico de los claustros. Hoy se esgrime lo mismo en los textos normativos referidos a la Educación Superior, en el Programa de Incentivos, o bien, en los informes y documentos que elaboran los organismos encargados de dirigir y efectuar su cumplimiento. Una mirada más detenida de las prácticas en torno a la formación de investigadores en el campo jurídico, nos alerta sobre la distancia que todavía existe entre ellas. Pero también lo hacen los alumnos, cada vez que expresan que la investigación es una tarea distinta de la educativa y, en el mejor de los casos, apenas un complemento de la misma. Este trabajo intenta iniciar una línea de reflexión crítica sobre esta disociación, a fin de provocar una apertura interpretativa que posibilite la constitución de una forma de Escuela, donde sus bordes y sus saberes vuelven a interrogarse cada vez. or, en el Programa de Incentivos, o bien, en los informes y documentos que elaboran los organismos encargados de dirigir y efectuar su cumplimiento. Una mirada más detenida de las prácticas en torno a la formación de investigadores en el campo jurídico, nos alerta sobre la distancia que todavía existe entre ellas. Pero también lo hacen los alumnos, cada vez que expresan que la investigación es una tarea distinta de la educativa y, en el mejor de los casos, apenas un complemento de la misma. Este trabajo intenta iniciar una línea de reflexión crítica sobre esta disociación, a fin de provocar una apertura interpretativa que posibilite la constitución de una forma de Escuela, donde sus bordes y sus saberes vuelven a interrogarse cada vez. ; In the current academic debate of our Law Schools, the promotion of scientific research becomes an essential factor, which enjoys widespread institutional consensus. This agreement is not even new. It has been nourished by the academic tradition since the 1918 Reform was established, when it postulated the need to transform our University into a center of scientific research, alongside a professional training field. It was reinforced by the mid-twentieth century university leadership, expecting threat every teacher was at the same time, teacher, researcher, master, innovator and guardian, in short, the scientific spirit of the cloisters. Today wields the same in the legislative texts relating to Higher Education, in the Incentive Programs, or in the reports and documents produced by agencies that manage and provide for their execution. A deeper analysis of practices about research training in the legal field, alerts us of the distance that still exists between them. But so do the students, increasingly expressing that research is a different task from the educational, and in the best case, only a complement of it. This work attempts to start a line of critical reflection on this dissociation, to cause interpretative openness that may enable the creation of a new School, where their knowledge and practices come back to question themselves each time. ; Fil: Dabove, Maria Isolina. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Derecho; Argentina. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas; Argentina ; Fil: Orler, José. Universidad Nacional de La Plata; Argentina. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas; Argentina
In the current academic debate in our Faculties of Law, the promotion of scientific research is at the heart of broad institutional consensus. This concordance is not even new. It built on the academic tradition introduced by the 1918 Reform, when, among its postulates, it made it necessary to transform our University into a scientific research centre, along with a field of vocational training. It was reinforced by the university leadership of the middle of the 20th century, hoping that every teacher would at the same time be a teacher and researcher, master and innovator, in short the scientific spirit of the decommissioning. The same applies today in the legislative texts relating to Higher Education. In the current academic debate in our faculties of law, the promotion of scientific research is at the heart of which there is widespread institutional consensus. This concordance is not even new. It built on the academic tradition introduced by the 1918 Reform, when, among its postulates, it made it necessary to transform our University into a scientific research centre, along with a field of vocational training. It was reinforced by the university leadership of the middle of the 20th century, hoping that every teacher would at the same time be a teacher and researcher, master and innovator, in short the scientific spirit of the decommissioning. The same applies today in the legislation on higher education, in the Incentives Programme or in the reports and documents drawn up by the bodies responsible for managing and implementing them. A closer look at the practices surrounding the training of researchers in the legal field, warns us of the distance that still exists between them. But this is also the case for pupils, each time they say that research is a different task from education and, at best, is barely a complement to it. This work seeks to initiate a line of critical reflection on this dissociation, in order to create an interpretative opening that will make it possible to set up a form of school, where ...
Los estudios sobre la CONFIANZA en las instituciones son de tan larga data como complejo y elusivo ese objeto de estudio. Por INSTITUCIONES nos referimos al ".entramado de reglas y normas que estructuran la interacción social, reduciendo la incertidumbre y limitando el rango de elecciones de los individuos y las organizaciones. En este sentido, el entramado institucional expresaría "las reglas de juego" de una sociedad." (Varela y Barandiarán, 2016). Desde los años noventas se han multiplicado diversos y heterogéneos trabajos empíricos sobre la confianza en los gobiernos y las instituciones sociales, destacándose los estudios sobre las democracias nacientes luego de la larga sucesión de dictaduras que asolaron Sudamérica durante décadas. La preocupación por la consolidación de las democracias y su viabilidad concreta estuvo fuertemente influenciada por los estudios sobre la CONFIANZA DE LAS PERSONAS EN LAS INSTITUCIONES. La mensura de las percepciones de la ciudadanía en torno a sus instituciones constituye un insumo de análisis social y político de la mayor relevancia en todo país democrático. Sin embargo, este tópico ha quedado en la actualidad relegado en relación con otras investigaciones sobre percepción, tales como estudios de intención de voto, estudios de aceptación de imagen, participación electoral, etc. ; Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales